QUE PARTO!!

Debo reconocer que pensé que sería más dificil. El martes 12 empezaron las contracciones más o menos a las 8 de la noche. Como me lo esperaba, me dio una risa nerviosa horrible; un coctel de risa, rabia, dolor, miedo ... en fin. Lo primero, contar las contracciones con la ayuda de Nico, pero fue en vano pues mis contracciones eran rarísimas. Llamadas al ginecólogo, a la profe del curso psicoprofiláctico y terminamos yéndonos para la Santafé a eso de las 10 de la noche, desesperados por no saber contar las contracciones y yo con el miedo de que Martín naciera en la casa ... jajaaa!!
Al llegar a la clínica inmediatamente desaparecen los dolores. 3 cms de dilatación, estoy en trabajo de parto. Llega la profe (María Helena), me conectan al suero, me ponen pitosin para dilatar y empieza la larga noche. Camino con M. Helena por los pasillos intentando acelerar el proceso. Los nervios y la incertidumbre de lo que va a pasar en la siguientes horas me invaden, pero logro disimularlo de la mejor manera.
Pasamos toooda la noche hablando y riéndonos. No siento las contracciones a pesar de que son fuertísimas. El personal médico me felicita constantemente por mi autocontrol. Me cuentan que con las contracciones que estoy teniendo la mayoría de las mujeres gritan de dolor. A mi no me han puesto analgesia y en realidad no siento nada. María Helena me dice que por ahí a las 4 de la mañana debe estar naciendo Martín. Más o menos a las 3 de la mañana; sin sentir nada, hago que me pongan la epidural temiendo que después me digan que ya no vale la pena ponerla. La sensación es maravillosa: 3 pinchazos entre mis vértebras y un corrientazo me recorre las piernas, 5 minutos después siento menos de lo que sentía antes: conclusión: la epidural es maravillosa.
7 y media de la mañana llega mi ginecólogo, y me encuentra en los mismos 3 cms de dilatación de la noche anterior. No puede ser!!! El pitosin no me hizo ni cosquillas. Me revientan fuente y el doc me dice que vuelve en dos horas a ver qué ha pasado. A las 9 de la mañana regresa y no ha pasado nada. De una me dice que lo mejor es hacer cesárea: Yo feliz!!! Me pasan a la sala de partos y me empieza de nuevo la risa nerviosa. Nico mirando desde una ventanita todo lo que pasaba y yo pensando en que se va a desmayar. Me ponen más anestesia y empiezo a pensar en lo que sentiré cuando me muestren a Martín. Empieza la cirugía, yo sigo sin sentir nada. Estoy totalmente consiente y le digo al médico que aproveche y me haga una lipo ... jaaaaa!! Nuevamente me felicitan por mi actitud tan tranquila. Ni yo me la creo. Siemprr pensé que el parto era lo más doloroso del planeta. especialmente después de ver por nueve meses partos en Discovery Health. 9 y 31 a.m. oigo llorar a Martin. Inmediatamente lo pasan por encima de los campos y me lo muestran Describir lo que sentí en ese momento es algo imposible. Que felicidad tan basta. pregunto si está completo ... SIIIII!! Se lo llevan a hacerle los primeros exámenes y le pido a María Helena que confirme que Nico está con Martín en todo momento. Todo salió perfecto. En unas horas me traen a Martín y no me quiero despegar de él nunca jamás. Ahora mi vida es diferente, mi familia ya es de tres. Estamos dichosos.